CULTURA 5/3/2012
De la gran pantalla a la realidad
Detrás de su componente de glamour y entretenimiento, el cine también se postula como un gran transmisor de valores. Que pequeños y mayores aprendan a desarrollar su espíritu crítico mediante el séptimo arte es uno de los objetivos que persigue la Escuela de Cine Un Perro Andaluz. Este curso se inmiscuye en el mundo de las webseries.
María del Carmen Ugarriza Hernández
Una alumna maneja una cámara de video |
La filosofía que ha inspirado este proyecto es clara: “Más allá de su alto componente de glamour y entretenimiento, el cine tiene un gran carácter pedagógico y tiene una gran capacidad para transmitir valores”, argumenta su alma máter. Por eso, en el centro no sólo se imparten clases de interpretación sino que los alumnos toman contacto con todas sus facetas, desde historia del cine y guión hasta la producción y la realización pasando por la caracterización. “Muchas veces nos encontramos con padres que dicen que su hijo quiere ser actor, pero lo que quieren realmente es pertenecer a este mundo. Ha habido casos de alumnos que se apuntaron para hacer interpretación y luego han descubierto que la producción o la caracterización les ha gustado más”, comenta la directora.
Pero no sólo es un centro donde “aprender a hacer cine” sino también una palanca para desarrollar la creatividad y el espíritu crítico, sobre todo, en los más pequeños. A juicio de Bruna, conociendo sus mecanismos técnicos y artísticos, los niños son más capaces de poder dilucidar qué hay detrás de esa “mentira del cine” porque también “hay un carácter de manipulación y de quererles llevar al huerto”. Otro de los elementos clave en la escuela es el fomento del trabajo en equipo porque en este mundo, asegura Bruna, “nadie es más importante que nadie”. Por eso, cuando se hace una tormenta de ideas no se deshecha hasta que todos lo deciden y esto les ayuda a ponerse en la piel de su compañero. “El hecho de compartir y de trabajar en grupo ayuda a pensar. Muchas veces el guionista se encuentra muy solo y viene bien el que aprendan a pensar en grupo para entender luego esa dinámica”, explica. En este lustro ha incrementado su número de alumnos y hay vistas de abrir una sede en Huesca. Su éxito ha sorprendido, y de la “intuición” que fue este proyecto la escuela de cine se ha convertido en una “fuente de satisfacciones”. “Estamos observando que niños que eran muy tímidos se sueltan muchísimo y es una buena forma de trabajar el autoestima. A muchos les costaba hablar en público, teníamos alumnos que no podían ni pensar en ponerse a hablar delante de los demás y ahora no tienen ningún problema en hacerlo”, añade Bruna.
Hacia nuevas modalidades cinematográficas Coincidiendo con su quinto aniversario, la escuela ha ampliado su oferta formativa y se adentra en nuevas modalidades cinematográficas como el campo de las webseries. Un proyecto en el que colabora el guionista y cocreador “Oregón TV”, José Videgaín, y la actriz Laura Gómez Lacueva y que lleva el sello de la casa porque todos los capítulos están escritos, interpretados y realizados por alumnos. De esta forma es como ha surgido “Supermadre”, la historia de una señora de la limpieza, interpretada por Gómez Lacueva, que se convierte en “supermadre” cuando se le necesita. “Todo lo han hecho los alumnos. La dinámica de trabajo es la misma que con los cortos. Ellos aportan sus ideas y deciden qué es lo que más les apetece hacer”, explica Bruna.
Internet tiene muchas posibilidades para el mundo del cine y la escuela no podía dejar pasar esta oportunidad. Precisamente, ésa es una de sus notas más características: la innovación. "Todos los años aportamos cosas nuevas y pretendíamos crear un referente. Cualquiera que esté interesado puede animarse a hacer un capítulo de Supermadre", afirma la directora. Además de la webserie, estrenan nueva web y continúan con sus talleres de cine en versión original en colegios que ya han impartido en alemán y que pretenden extender al inglés y al francés. Entre otras acciones, tienen programadas lecturas teatralizadas para emitir en Radio TEA FM.
Internet tiene muchas posibilidades para el mundo del cine y la escuela no podía dejar pasar esta oportunidad. Precisamente, ésa es una de sus notas más características: la innovación. "Todos los años aportamos cosas nuevas y pretendíamos crear un referente. Cualquiera que esté interesado puede animarse a hacer un capítulo de Supermadre", afirma la directora. Además de la webserie, estrenan nueva web y continúan con sus talleres de cine en versión original en colegios que ya han impartido en alemán y que pretenden extender al inglés y al francés. Entre otras acciones, tienen programadas lecturas teatralizadas para emitir en Radio TEA FM.
Leonor Bruna y Chusé Fernández dan indicaciones a los alumnos |
Creatividad, más allá de la escuela Los viernes por la tarde es el turno de los jóvenes, mientras que los sábados por la mañana acuden los mayores y ya por la tarde el tiempo es para los más pequeños. Su directora advierte de que “aquí no se sale profesionalmente capacitado para trabajar, pero sí para saber cómo funciona este mundo y realizar tu propio corto”. A pesar de que sólo se imparte una clase a la semana, se ha producido un fenómeno con el que no contaban y es que “la gente se lo curra”.
Por eso, muchos de los grupos de trabajo siguen haciendo cosas por su cuenta. Es el caso de Generación Z, que empezaron con trece y catorce años y siguen haciendo sus cortos en vacaciones, o de Musicalipsis Now, un grupo de adultos que sigue muy en activo, ejemplifica orgullosa la directora. A la pregunta de si la Escuela de Cine Un Perro Andaluz ha sido pionera, a Leonor Bruna se le escapa un rotundo sí pero, aclara, “sin pretender serlo”. No duda en reconocer los méritos de su equipo, donde hay profesionales “muy creativos” y, quizá por eso, el ingenio es una de sus máximas. “Dicen que el saber no ocupa lugar, pero la creatividad tampoco. Estoy convencida de que es innata, pero hay que desarrollarla y hay que hacerlo en sitios o con actividades que sea posible”, asegura. Sin duda, la Escuela de Cine Un Perro Andaluz es un buen lugar para hacerlo.
Por eso, muchos de los grupos de trabajo siguen haciendo cosas por su cuenta. Es el caso de Generación Z, que empezaron con trece y catorce años y siguen haciendo sus cortos en vacaciones, o de Musicalipsis Now, un grupo de adultos que sigue muy en activo, ejemplifica orgullosa la directora. A la pregunta de si la Escuela de Cine Un Perro Andaluz ha sido pionera, a Leonor Bruna se le escapa un rotundo sí pero, aclara, “sin pretender serlo”. No duda en reconocer los méritos de su equipo, donde hay profesionales “muy creativos” y, quizá por eso, el ingenio es una de sus máximas. “Dicen que el saber no ocupa lugar, pero la creatividad tampoco. Estoy convencida de que es innata, pero hay que desarrollarla y hay que hacerlo en sitios o con actividades que sea posible”, asegura. Sin duda, la Escuela de Cine Un Perro Andaluz es un buen lugar para hacerlo.
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